¿Malbarató la WNBA sus derechos de transmisión?
23 jul 2024
Por Guillermo Mejía
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Si lees este artículo podrás responder las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los detalles del acuerdo al que llegó la WNBA?
¿Por qué fue este el mejor momento para que la WNBA negociara el acuerdo?
¿En dónde se sitúa este acuerdo en comparación con otras ligas de deporte femenil?
¿Por qué este acuerdo no obedece al valor real de la liga?
Ahora si…
La WNBA ha firmado el acuerdo de medios más grande en la historia para una liga deportiva femenil, y para conseguirlo ha aprovechado el contexto positivo con el que entró a las negociaciones. Las cifras del contrato superan por mucho a otras competiciones en el deporte femenil, pero hay voces alrededor de la liga que no están del todo conformes ya que indican que se pudo obtener una cifra aún mayor.
O, mejor dicho, que se malbarató.
Según The Athletic, la WNBA ha llegado a un acuerdo para recibir unos $2,200 millones de dólares durante los próximos 11 años en concepto de derechos audiovisuales nacionales -una media de $200 millones de dólares al año-, con la posibilidad de ganar más durante ese período.
Esto se compara con el actual acuerdo de la WNBA, que expira en 2025, y que tiene un valor de unos $50 millones de dólares anuales. Además, los nuevos acuerdos dejan margen a la WNBA para incorporar nuevos socios, a los que pudiera vender dos paquetes de derechos adicionales, además de los que ya ha acordado, ingresando otros $60 millones de dólares anuales.
Y lo más importante: también ha incorporado una cláusula en caso de que la WNBA siga prosperando y sus derechos se infravaloren, para revisar con sus media partners los acuerdos con conversaciones de buena fe después de tres años, logrando revalorizarlos para reflejar el crecimiento de la liga.
La WNBA en contexto ideal para negociar
La WNBA nunca ha estado en una posición negociadora más fuerte. Está cosechando los frutos de décadas de inversión (25 años sin obtener utilidad), estableciendo numerosos récords de televisión y asistencia en los últimos 18 meses, y beneficiándose de la creciente popularidad del deporte femenino.
El enorme aumento del interés por la WNBA se ha atribuido en gran medida a la llegada a la liga de Caitlin Clark, que este año fue elegida número 1 del draft por Indiana Fever. En los últimos meses la WNBA ha batido varios récords de audiencia, incluido un partido entre Indiana Fever de Clark y Chicago Sky que alcanzó un máximo de 2.3 millones de espectadores, el mayor de la WNBA desde 2001.
Pero lo cierto es que la WNBA tuvo un aumento considerable desde el año pasado sin Caitlin Clark.
La audiencia media de la temporada regular aumentó un 21%, hasta 505,000 espectadores, la cifra más alta de los últimos 21 años. Mientras tanto, la postemporada fue la más popular desde hace 16 años y las finales de la WNBA promediaron 728,000, la cifra más alta en dos décadas.
Caitlin Clark es la gota que derramó el vaso de la popularidad, pero para poder derramarse, el vaso ya tenía que estar lleno. Y eso es una gran noticia pensando en la solidez del producto.
Comparación con otras ligas del deporte femenil
Este acuerdo consolida a la WNBA como la competición de deporte femenino con mayores ingresos por concepto de derechos de transmisión.
Vamos a ver.
¿Cuál es el valor real de la WNBA?
La NBA, propietaria de cerca del 60% de la WNBA, ha negociado los nuevos acuerdos como parte de su contrato por $76,000 millones de dólares y 11 años. Algunos han criticado esta negociación conjunta. Terri Jackson, directora ejecutiva de la Asociación de Jugadoras de la WNBA, tiene dudas sobre la estructura del acuerdo:
“La NBA controla el destino de la WNBA. Queremos saber cómo ha llegado la NBA a una valoración (anual) de 200 millones de dólares. Ni la NBA ni la WNBA pueden negar que en los últimos años hemos visto un crecimiento sin precedentes en todas las métricas. No hay excusa para infravalorar de nuevo a la WNBA”.
Voces cercanas a la liga opinan que hasta que la WNBA no negocie de forma independiente no se sabrá cuál es el valor real de los derechos de la liga. La leyenda del baloncesto femenino Cheryl Miller comentó en el fin de semana de las estrellas de la WNBA:
“Es una oferta muy baja... No es suficiente. Ni de lejos”.
Sólo el tiempo dirá si la NBA aprovechó al máximo esta oportunidad para la WNBA o si destruyó valor de la liga por priorizar sus propios intereses.
La opinión de Playbook
Este acuerdo no solo consolida a la WNBA como la liga deportiva femenina más poderosa en términos de ingresos, también la posiciona como una propiedad deportiva (sin importar el género) de incuestionable valor. Solo por mencionar un ejemplo, si la WNBA alcanza ese máximo de $260 millones de dólares anuales estaría obteniendo un ingreso mayor por concepto de derechos audiovisuales al tan sonado acuerdo de la MLS con Apple ($250 millones USD al año).
El aumento de los ingresos afectará significativamente a las finanzas de la WNBA en un momento en el que el interés por la liga y por el deporte femenino en general no ha dejado de crecer. El aumento de los derechos audiovisuales incrementará significativamente los futuros topes salariales y los sueldos de las jugadoras; además aumentará el valor de las franquicias de los equipos.
En esta clase de acuerdos es fundamental tener cláusulas favorables, y, si las tendencias en audiencia e interés en la WNBA persisten, la que logró la WNBA de sentarse a revisar cómo están las condiciones después de tres años puede significar la ganancia más importante para la liga en este contrato.